La gestión de proyectos de traducción no solo es importante en una agencia de traducción o en una empresa internacional con clientes localizados en varias partes del mundo, sino que también es una habilidad que cualquier traductor autónomo tendrá que desempeñar en muchas ocasiones para conseguir un trabajo eficaz y organizado.
¿En qué consiste la gestión de proyectos?
Los gestores de proyectos suelen encargarse de las siguientes tareas:
Contacto con el cliente
Extracción de textos en diferentes formatos
Manejo de las distintas herramientas TAO (creación de proyectos y paquetes de traducción, gestión de memorias de traducción o bases terminológicas, etc.)
Contacto con los traductores para cada proyecto
Vendor management (buscar siempre nuevos traductores con los que colaborar)
Elaboración de presupuestos
Gestión de facturas
En general, estas son las principales tareas de las que se suele encargar un Project Manager (PM). No obstante, en función de la agencia o muchas veces del cliente estas tareas pueden variar o incluso aparecer algunas nuevas.
¿Cuáles son las principales dificultades del trabajo como PM?
Cada proyecto es diferente por lo que puede suponer diferentes retos para todo el equipo, tanto para el PM como para los traductores y revisores. La clave es tratar a cada encargo de manera individual y analizar antes de ponerlo en marcha sus características, qué necesitaremos para ponerlo en marcha y prever los posibles problemas que pueda ocasionar el propio proceso de traducción o revisión.
- Plazos de entrega (pueden ser muy ajustados y a la vez largos)
- Los proyectos de gran volumen (cuenta con gran complejidad ya que en muchas ocasiones se tendrá que jugar con más de un traductor para llegar a plazo)
- Coordinación cuando colaboran varios traductores en un mismo proyecto
- Dificultades a la hora de encontrar un traductor / intérprete disponible para encargos de última hora
¿Cómo se organiza un proyecto de traducción?
- Análisis del contenido de los archivos recibidos
- Decidir a que profesionales necesitaremos para realizar el proyecto en cuestión (traductores, revisores, maquetadores, etc.)
- Verificar las anotaciones del cliente (combinación de idiomas, glosarios, anotaciones puntuales sobre el texto meta, tipo de traducción, etc.)
- En caso de que el cliente necesite la traducción para una fecha en concreto, debemos asegurarnos de que podremos ofrecerle la traducción para la fecha indicada consultando previamente con los profesionales con los que colaboraremos en cada proyecto. En cualquier caso, se debe planear un programa para las distintas tareas antes de realizar el presupuesto para evitar posibles errores en la fijación del plazo de entrega.
- Realizar un presupuesto (coste económico, plazo de entrega, forma de pago, coste por urgencia, etc.)
- Una vez aceptado el presupuesto por el cliente se pone en marcha el proceso de traducción, y posteriormente, el de revisión.
- Tras la finalización de este proceso, los documentos pasan por un control de calidad final antes de la entrega con el fin de detectar posibles fallos.
- Entrega al cliente.
Seguro que este procedimiento te suena tanto si eres PM como si eres autónomo. Esto es porque el traductor autónomo también lleva a cabo este procedimiento con su trabajo. Lo hace quizás a una menor escala y en otro orden. No obstante, el traductor autónomo tiene un valor añadido y es que, solamente una persona se encarga de todo este proceso mientras que en las agencias supone el trabajo de un grupo de profesionales.
Puedo ayudarle en caso de que necesite de los servicios de la gestión de proyectos en alemán, español o inglés. Tengo experiencia en este sector en los tres idiomas y con diversos programas asistidos por ordenador para la gestión de proyectos.
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